Rainer Hostnig

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Palabras Clave: Apurímac, Chuquinga, arquitectura eclesiástica colonial, tejas pintadas, iconografía.

Resumen

El templo colonial de Chuquinga en la provincia de Aymaraes, Apurímac, restaurado entre 2006 y 2007, posee un tesoro valioso y único en las Américas. Se trata de las cerca de 1500 tejas pintadas con diversos motivos, emplazadas en tres hiladas escalonadas a lo largo de las adarajas que conforman el alero del templo. En la primera parte de este artículo se examinan las fuentes disponibles y se presenta la distribución geográfica de este patrimonio arquitectónico peculiar de origen mudéjar en Europa (España y sur de Francia) y en el continente americano (Perú y Brasil) para centrarse luego en las tejas pintadas de Chuquinga, su estado de conservación y la tipología de motivos, divididos en geométrico-abstractos, querubines, astrales, zoomorfos, antropomorfos y símbolos cristianos, según orden de frecuencia. En la última parte del trabajo se sintetizan las principales analogías y diferencias entre las tejas decoradas franco-ibéricas y las andino-peruanas. Se concluye que los pintores indígenas de las tejas, aunque instruidos o conminados seguramente a reproducir motivos decorativos y simbología religiosa europea, dotaron a las pinturas -al menos en el caso de los motivos figurativos- con su propia estética, convirtiéndolas así en expresiones singulares de arte popular.

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